Entre lo bello y lo útil: la caligrafía en México y Argentina según Eudald Canibell
Dra. Marina Garone Gravier
Instituto de Investigaciones Bibliográficas
Universidad Nacional Autónoma de México
Resumen
En el Album Caligráfico Universal de Eudald Canibell, impreso en Barcelona en 1901, y reeditado en 1906, por la casa Editorial Sucesores de J. Romá, se presenta una gran variedad de muestras y ejemplos de caracteres de escritura europeos y orientales. Cada una de las láminas allí reproducidas en sistema litográfico está decorada con guardas y orlas a cargo del artista Nicanor Vázquez. En esos esquemas se procuró describir y caracterizar diversos tipos nacionales de escrituras: inglesa, francesa, italiana, japonesa, egipcia, etc. En este contexto de identidades nacionales, llama poderosamente nuestra atención las dos láminas correspondientes a la escritura latinoamericana en las que específicamente se hace referencia a los modelos ingleses seguidos en las escuelas de primeras letras de Argentina y México. En esta comunicación se dan las razones para entender porqué el famoso tipógrafo catalán incluyó tales modelos en su Álbum siendo éstos los únicos modelos representativos de América Latina. Se explica además el contexto de edición de éste y otros manuales de escritura y caligrafía del periodo entre 1890 y 1920, ya que en esa época de transición se dio un importante cambio en los valores y paradigmas educativos y estéticos de la caligrafía y la enseñanza de escritura en el contexto escolar. Las relaciones y tensiones entre ambos espacios de práctica e instrucción se ven claramente reflejados en estas láminas del Álbum de Canibell, de allí su importancia como documento clave de la historia de la caligrafía regional Latinoamericana. El ensayo finaliza con la explicación y descripción del contenido de las láminas de México y Argentina.
Palabras clave:
Caligrafía, Enseñanza de la escritura, modelo caligráfico inglés, Eudald Canibell, México, Argentina.
Key words:
Caligraphy, Teaching of Writing, English Writing Model, Eudald Canibell, Caligraphic Models, México, Argentina.
Viejas discusiones sobre la enseñanza de la escritura: entre la caligrafía y la buena letra
A finales del siglo XIX las discusiones pedagógicas sobre los modelos de escritura en Latinoamérica —especialmente México, Argentina y Brasil— se manifestaron en torno a los pros y contra de enseñar a escribir sobre la base de modelos inclinados o derechos. Estas discusiones se transformaron a inicios del siglo XX en dos bandos sobre la enseñanza de la escritura que bregaron por modelos de letra caligráfica (en los que ya se incluyen tanto la letra inclinada como la derecha) o de buena letra. Fue así como, con el cambio de siglo y con los avances en las escuelas pedagógicas, la discusión sobre los modelos y tipos de escritura ideales en la educación infantil pasaron de “lo motriz a lo cognitivo”, es decir de las capacidades del cuerpo del niño a la evolución y desarrollo psicomotor de los infantes.
De manera paralela al problema de los modelos de enseñanza de la escritura se discutió el tema del orden en que se debe enseñar a los niños el proceso de lecto-escritura: manifestándose una pugna entre los que proponían la enseñanza simultánea y los que consideraban que había dos pasos sucesivos, siendo el orden sugerido primero enseñar a leer y luego a escribir. Para el caso Latinoamericano, la división del proceso en dos etapas tenía sus raíces en la enseñanza colonial, ya que en los dos extremos de lo que constituían los territorios españoles en Ultramar (El virreinato de la Nueva España y el del Río de la Plata) se seguía la enseñanza progresiva para los niños por razones técnicas y económicas. Sin embargo inclusive en los primeros años de las independencias nacionales se seguían usando pasos diferenciados en la educación infantil de la lecto-escritura. Pero a los fines de este ensayo lo que es importante señalar es que la médula de las discusiones pedagógicas y médicas sobre modelos caligráficos se refería al tipo de letra empleada en la educación infantil, asunto que tenía a finales del XIX, ya varias décadas de historia. Aunque a lo largo del siglo XIX se habían empleado dos sistemas de enseñanza (la letra inclinada y la derecha o vertical) hacia 1890, la inclinada era la más usual existiendo de ésta dos variantes: la inglesa y la Spenceriana.
El modelo inglés sin embargo fue el tipo específico favorecido por ex presidente y educador argentino Domingo F. Sarmiento, para la enseñanza pública en Argentina, modelo que fue emulado en otros países como México y Brasil. Esa adopción no quedó sin embargo exenta de polémica, las discusiones se prolongaron hasta los años 20 del siglo XX cuando los pedagogos de la Escuela Nueva zanjaron la discusión, bajo un enfoque higiénico-pedagógico esgrimido por los pedagogos que deseaban incorporar en la escuela pública, la educación de la escritura vertical. De todas maneras los nuevos argumentos médicos no excluyeron otros elementos de la dilución como aspectos de estética (la belleza de la letra), economía (la rapidez de escritura) y ergonomía (legibilidad de la caligrafía).
En esa discusión se estaba planteando una dicotomía esencial en la enseñanza de la escritura escolar: la oposición entre escribir con buena letra y escribir caligráficamente, es decir de manera decorativa. Dicha discusión tendrá a su vez una repercusión directa, conceptual y metodológica, en los manuales de escritura y caligrafía, sean o no producidos por pedagogos. Las claves que se redefinirán o que serán cuestionadas serán por lo tanto el concepto de buena letra, que desde entonces será redefinida como aquélla que es clara y legible, dejando en segundo plano el concepto de belleza que primara con mayor fuerza en la enseñanza de la caligrafía. La buena letra dependía entonces de cinco factores esenciales:
a) el tipo de letra,
b) los auxiliares de enseñanza (específicamente el tipo de soporte o cuadernos para la enseñanza),
c) el tipo de lápiz, lapicera, pluma y calidad de la tinta,
d) las condiciones del medio ambiente: temperatura, el cansancio del niño, etcétera,
e) y el ejemplo que daba el propio docente (lo uniforme de la propia letra de acuerdo a los rasgos convencionales).
Esos nuevos argumentos, es decir sobre qué bases se escoge el tipo y modelo de lo que constituye la teoría de la enseñanza de la escritura, constituían un nuevo eje sobre el que se articulaba el procesos de enseñanza de la lengua escrita. Sin embargo esta innovaciones no desterraron el concepto de caligrafía de la gran parte de los libros de enseñanza, aunque ahora se aplicará de forma matizada: la enseñanza de la escritura como técnica implica un ejercicio de caligrafía, entendida ésta como letra uniforme en cada niño.
En ese contexto es que se publicará el Album caligráfico universal de Canibell, donde se hará presente un nuevo elemento de la discusión en materia de escritura: el tema de la identidad regional.
Eudald Canibell i Masbernat y la edición de manuales de escritura y caligrafía
Eudald Canibell i Masbernat (Barcelona 1858-1928) fue uno de los tipógrafos e impresores catalanes más importantes del modernismo. Inicialmente trabajó como ilustrador de naipes y más tarde se dedicó a la tipografía e impresión realizando una variedad de libros sobre historia del libro y las artes gráficas en Catalunya. En 1876 junto con varios colegas fue uno de los fundadores de la Associació Catalanista d’Excursions Científiques. Su formación como bibliógrafo y estudioso de las ediciones antiguas está vinculado con su trabajo como bibliotecario de la Biblioteca de Rossend Arús, labor que desempeñó entre 1895 y 1922.
A partir de la última década del siglo XIX (1891), publicó el boletín El Arte de la Imprenta, publicación de la fundidora de Antoni López para la cual desarrolló el trabajo tipográfico que sin duda ha sido el más relevante de su carrera: el revival de tipo gótico incunable de estilo de estilo Tortis.
Junto con el dibujante Josep Lluís Pellicer y el impresor Josep Cunill fundó en 1897 el Institut Català de les Arts del Llibre y una escuela práctica profesional, proyecto que quedó trunco después de la derrota Republicana al final de la Guerra Civil Española en 1939.
Además del Boletín El Arte de la Imprenta, también dirigió La Ilustració Catalana (1880), la Revista Gráfica (1900), y el Anuario Tipográfico de la prestigiosa Casa Neufville (1910-1922). Ya a inicio del siglo XX organizó la Exposición del Libro Catalán de 1906, el mismo año en que salió publicada la segunda edición, corregida y aumentada del Álbum caligráfico universal, que había visto la luz cinco años antes.
Además del Álbum, entre su producción bibliográfica se puede mencionar: Efemérides de la tipografía española y americana (1891); Guía de Montserrat (1898); Heribert Mariezcurrena i la introducció de la fototípia y del gravat a Espanya (1900); Estudi iconogràfic del rei Jaume I el Conquistador (1909) y la Bibliografia Medical de Catalunya (1918).
Junto con el de Canibell otros fueron los diccionarios generales y los manuales de escritura europeos, que se usaron en escuelas de América Latina para la enseñanza de la caligrafía, factor que contribuyeron a la corriente de adopción de los modelos ingleses. Es notable comprobar que fueron esas ediciones y no las directamente producidas en Estados Unidos de Norteamérica que se emplearon en escuelas públicas, de artes y oficios e instituciones privadas para la educación de la escritura en niños y jóvenes, como por ejemplo: J. Lapoulide, Diccionario gráfico de artes y oficios: colección por orden alfabético de elementos de arte, naturales y estilizados: fauna, flora, indumentaria, heráldica, mitología, historia, religión, astronomía, armería, navegación, numismática, tipografía, etc.: pintura, escultura, arquitectura, música, grabado, caligrafía, orfebrería, cerámica, tapicería, ebanistería, cerrajería, talla, cristalería, escenografía, bordado, y demás artes decorativas (Barcelona: José Montesó, [19–]); y Enrique Bover, Letra inglesa para uso de las escuelas [clases de caligrafía] (Ed. especial para Aguilar é Hijos, Barcelona: [s.n., 19–]).
La producción regional en materia de caligrafía tampoco se quedó atrás como lo demuestras varias ediciones mexicanas, argentinas e inclusive uruguayas en las que indican los patrones para la caligrafía inglesa. En México encontramos las Lecciones de caligrafía aplicada á la escritura inglesa según el sistema de Stirling de Juan B. Escamilla (4a ed., reformada por el autor, México: Gallegos Hermanos, 1890) que fue una obra premiada en la Exposición de 1873 por la Sociedad Guanajuatense de Enseñanza Gratuita, aprobada como texto de asignatura para las escuelas del estado de Guanajuato, adoptada en las de beneficencia de Celaya y Salamanca, y posteriormente en otras escuelas. Se publicó asimismo la edición mexicana del Método G. Manoury: curso de escritura inglesa en 8 cuadernos que comprenden los ejercicios más propios para conseguir en poco tiempo una hermosa letra (México: Herrero Hermanos, Editores, [189-]). Este método también estaba aprobado como texto por muchos gobiernos de la República Mexicana e infinidad de colegios particulares. Pero no solamente se produjeron libros de enseñanza de la caligrafía inglesa en la ciudad de México sino que también los hubo en varios estados de la República: como el realizado por Lázaro Pavia: Compendio de caligrafía general: arreglado para la instrucción de los niños en las escuelas de enseñanza primaria, impreso en Mérida: J. Gil Canto, 1871. Por lo que toca a la edición sudamericana de manuales de caligrafía cabe destaca los siguientes títulos producidos en Buenos Aires: Antonio Alfonso Cebrian, Tratado teórico práctico de caligrafía (Buenos Aires: El Orden, 1876); Andrés Ferreyra, Manual de instrucciones para usar el método de caligrafía inventiva (Buenos Aires: Compañía Sud-Americana de Billetes de Banco, 1891); Vicente Alguacil, Método completo de caligrafía (Buenos Aires: J. Ribas, 1899); Sotero Arrieta, Curso práctico en caligrafía comercial (Buenos Aires: Alsina, 1913); Saavedra, Augusto J., Libro de caligrafía (Buenos Aires: Academia Politécnica Argentina, 1919); María A. B. De Moragues, Instrucciones para la enseñanza de la caligrafía (La Plata [Prov. de Buenos Aires]: Talleres Sesé, arrendatarios, Olivieri y Domínguez, 1915) y Constantino Barbayani, Enciclopedia contable: documentos en general: correspondencia comercial, contratos y escritos forenses: cálculos mercantiles: estudio y examen para ingresar a los Bancos Nación e Hipotecario: caligrafía cursiva inglesa, redonda y góticas inglesa y romana: contabilidad y teneduría de libros comercial con libros principales y auxiliares: industrial, agrícola ganadera y otras: varias contabilidades aplicadas (Concordia [Prov. de Entre Ríos]: [s.n.], [s.d.].
El modelo de escritura inglés de México y Argentina en el Álbum caligráfico universal de Canibell (1901)
Eudald Canibell publica su Album caligráfico universal: colección de muestras y ejemplos de caracteres de escritura europeas y orientales, decorado con orlas dibujadas á la pluma por Nicanor Vázquez, Escrituras grabadas sobre piedra por Ángel Gimferrer, Alejandro Cardunets, editado en Barcelona por los Suc[esores] de F. Romá en 1901 y saca una segunda edición en 1906. En la carta que dedica al lector se expresaba el contenido y los propósitos que lo animaban a publicar la obra en cuestión: “Constituyen este libro diferentes series de caracteres de escritura, usuales y de adorno, junto con algunos cuadros alfabéticos pertenecientes a lenguas distintas del grupo de las neo-latinas, cuyo conocimiento entendemos ha de ser de utilidad positiva.” El libro persigue “despertar o avivar en el educando el sentimiento del arte, para cultivar su sensibilidad estética por medio de la elegancia, de la corrección de las formas y delicadeza […] ofreciendo los principales sistemas admitidos en la enseñanza de la escritura, basándose en las obras de los grandes tratadistas, así antiguos como modernos.”
* Imagen 1: Cubierta del Álbum de Canibell.
Las discusiones sobre la materia educativa quedan pronto sugeridas en el párrafo que da cuenta de que su texto se acomoda a cualquier método “hemos acomodado nuestro trabajo de manera que pueda ser útil a los distintos sistemas y métodos de enseñanza de la Caligrafía […] Las muestras graduales del presente Álbum son fáciles de adaptar a los diversos procedimientos que están en uso, habiendo sido parcos en la exposición de ejercicios preliminares.”
Canibell introduce en su libro el tema de la identidad y los tipos nacionales bajo una mirada global, casi ecuménica, procurando hacerlos más familiares y próximos para el usuario del texto. Argumenta a favor de esta inclusión además que son los modelos usualmente enseñados en los países de habla castellana: “Respecto de las escrituras exóticas, hemos dispuesto los cuadros alfabéticos de manera que no presenten solo una curiosidad, pues tienen en nuestro libro sus puntos de vista de aplicación para el conocimiento de las mismas. Así resulta no un mero capricho […] la mayor parte de los cuales se estudian en la península ibérica y demás países en que está en uso la lengua castellana”
Las ideas de Canibell respecto de las discusiones sobre el modo y énfasis de la enseñanza de la escritura escolar quedan en evidencia a lo largo de la obra cuando expresa: “Es cierto que en la primera enseñanza hay que atender con preferencia más a los usos que a la formación y gracias de las letras, más a la corrección ortográfica que no al trazado geométrico, más a la propiedad gramatical que no al paralelismo, inclinación y distancias, más a la idea de alcanzar en el menor tiempo posible el mayor resultado de aplicación práctica, inmediata, con preferencia a convertido a los discípulos en artistas. Pero es innegable la utilidad del estudio de la caligrafía, no como simple ornamento del hombre, sino en relación a la importancia que la escritura tiene en las prácticas diarias de la vida, para lograr en lo escrito la claridad y belleza regulares.”
Entrando a la descripción del modelo inglés, el catalán considera que esta escritura no tiene rival en cuanto a elegancia y facilidad de ejecución, con lo que sostiene que la difusión y prevalencia de la misma en Europa y América, así como la adaptación a otros alfabetos (como el griega y ruso) le permite imperar sobre las demás escrituras europeas, a pesar del abolengo de algunas como la española, la italiana y la francesa, “hijas de los pueblos de raza latina que más blasonan de patriotismo.” Sobre esta línea argumental Canibell se dice a sí mismo, retóricamente, que este estilo debe tener condiciones excepcionales para haber alcanzado la amplia difusión en Europa y América y haber resistido los cambios de moda, sin embargo hace notar que en Inglaterra son poco favorables ese carácter de la letra ya que al ser un pueblo positivista y amante de la realidad, los ingleses huyen del exceso de perfiles de los trazos.
Al comparar la inglesa con el carácter de letra española, el catalán comenta que la primera se estima por la libertad y soltura, ya que admite mayor elasticidad en los trazos finales, curvas y perfiles y especialmente en el ornamento de las mayúsculas, y permite su asimilación a todos los temperamentos (“escritura toma la personalidad del calígrafo”). A esto contribuyen la preponderancia de los perfiles y el uso de la pluma de punta aguda, que permite adoptar el grado de inclinación que mejor se acomode al calígrafo.
Sobre el instrumentos para la escritura del modelo inglés, el tratadista español comenta que es preciso una pluma de punta aguda, que permita ser llevada en todos sentidos y que para producir el grueso solo se necesita de la presión de la mano. Sobre las instrucciones a considerarse agrega además que son necesarios tres movimientos principales: la traslación (se efectúa al recorrer el contorno de las letras); la presión, (para los trazos medianos y gruesos de la letra), y el cabeceo (que consiste en mover las extremidades de delante á atrás ó en sentido contrario). Una vez que desarrolló la descripción general del modelo inglés, Canibell identifica variantes: el magistral, la escritura cursiva y la corrida, que aunque en lo esencial no discrepan, los detalles de sus pautas no concuerdan desde el punto de vista didáctico.
El tipógrafo catalán comenta en su Álbum que antes que la escritura recta adoptada para la enseñanza oficial en la República Argentina, era ya conocida por muchos calígrafos como “carácter de letra americana” una variedad de escritura inglesa empleada en los Estados Unidos, que más recientemente era conocida como letra corrida. La moderna letra americana tiene un trazo casi uniforme, de fácil ejecución. Aunque en lo esencial es semejante a la estructura de la inglesa en su caído se le da una inclinación de cincuenta y cinco grados, mientras el papel colocado sobre la mesa debe formar con su borde un ángulo de treinta grados. La escritura americana derecha tiene un punto de vista utilitario, práctico, ante todo y los refinamientos del arte están para ella en último término.
Su valoración estética sobre este modelo queda de manifiesto cuando indica que “Esta reforma, como todo lo radicalmente nuevo, ha de chocar en Europa. La damos cabida en nuestro Álbum Caligráfico porque no se trata de un nuevo capricho, sino de una innovación que se halla de acuerdo con el espíritu de la época en que vivimos; porque tiene alguna relación con un problema ya puesto sobre el tapete, menos radicalmente, entre los pedagogos españoles al tratar de suprimir el caído de la hermosa escritura de los Torio é Ituzaeta.”
En la República Argentina dicho modelo de escritura tiene carácter oficial en la enseñanza desde el 28 de Diciembre de 1894 cuando el Consejo General de Educación la aprobó para las escuelas oficiales. Su amplia validación se hace patente cuando Canibell comenta que: “Se hallan en el comercio de la República Argentina cuadernos para la nueva caligrafía, pautados, con graduación muy estudiada y muestra á la vista, impresa, dispuesta hábilmente para facilitar la enseñanza á quien la da y al que la recibe; pero evitando que el discípulo se convierta en autómata. Asimismo se fabrican plumas especiales para la escritura de trazo uniforme, sin gruesos ni perfiles, y se anuncian como preferentes las de acero marca «Yago», fabricadas por la casa Perry y C., de Londres”.
Las láminas con los modelos de la escritura inglesa en Latinoamérica, que incluye de Canibell en su Álbum son tres. La lámina II, que es la correspondiente a la Escritura norteamericana moderna usual en México, está adornada por una composición de varias vistas. En un marco lateral historicista que bordea el texto por el costado izquierdo se ve: un paisaje lacustre del valle de México, el óvalo con el escudo nacional, una palmera, un charro montado a caballo, un fragmento de la escultura de la Coatlicue y, en la esquina inferior derecha, dentro de un círculo, la parte superior de una ruina maya. El texto de la muestra dice: “El territorio de los Estados Unidos de México excluida la península yucateca es la superficie triangular en la que termina por el Sur el continente de América del Norte propiamente dicho. (Eliseo Rechis, Geografía)” El fragmento corresponde a la traducción de la Nouvelle géographie universelle: la terre et les hommes del francés Elisée Reclus.
* Imagen 2: lámina II que corresponde a la escritura usual en México.
Por su parte la lámina IV es la que presenta la escritura americana usual en la Argentina denominada Letra derecha o plantada. En igual acomodo iconográfico se presentan varias vistas: una ilustraciones del frente de la Casa Rosada (oficina de la presidencia); el escudo nacional, unos cardos —típicos vegetales del campo argentino; un gaucho apoyado en su caballo y una vista del puerto bonaerense. En el espacio restante está el alfabeto mayúsculo y minúsculo, más las cifras.
* Imagen 3: lámina V que corresponde a la Escritura Americana usual en Argentina.
La lámina V, bordeada por una imagen compuesta por cascadas y dos jaguares, presentan un texto corrido en letra plantada: “El que ame la existencia no desperdicie el tiempo porque ésta es la tela de la que está hecha la vida. Evita las dudas. Si quieres saber cuál es el valor del dinero, ve y pídelo prestado. El dinero engendra dinero, los hijos que engendra se reproducen más fácilmente aún y así sucesivamente. Cuando más se multiplican las imposiciones, más se acrecen y tanto más pronto se consigue sacar utilidad de ellas (Franklin). El fragmento pertenece al el libro de las familias. Consejos para hacer fortuna, y otras curiosidades amenas é instructivas, que en México circuló como anexo de varios libros de cocina.
* Imagen 4: lámina V que corresponde a la Escritura Americana.
Conclusiones preliminares:
El Álbum caligráfico de Canibell de 1901 refleja claramente un debate vivo sobre la naturaleza de los modelos caligráficos en voga en México y Argentina a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Canibell no permanece al margen del mismo ni de las nuevas corrientes y disputas usuales en materia pedagógica y didáctica y para poner al día su propuesta manualística debe expresarse en términos diplomáticos sobre los criterios de pertinencia didáctica, y calidad estética de las corrientes en pugna. En su ensayo, sin embargo, prevalece la idea de la caligrafía como una bella arte, es decir la de una manifestación bajo la preeminencia del valor estético sobre el utilitario. Es notable en su álbum que de las únicas dos tradiciones caligráficas latinoamericanas que se ven expresadas son la mexicana y la argentina, incluyéndolas en el mapa de los modelos nacionales usuales en esa época, aunque circunscribiendo los estilos usuales de dichos países a la égida del trazo inglés, tal vez como muestra pragmática o manifestación vanguardista del imperialismo que en materia de cultural y educación aquella nación ya hacía sentir sobre otras regiones del mundo.Como decíamos, Canibell no dejaba duda del espacio que reservaba a la caligrafía entre las diversas herramientas de expresión del ser, decía:
“Para completar y desarrollar los conocimientos del hombre que deba manifestar necesidades o ideas y sentimientos valiéndose de la forma escrita, no basta, con ser mucho, el estudio de la gramática, e importa sobremanera, para él, conocer las leyes que rigen la composición de los diversos géneros literarios, por lo cual nadie ha puesto en duda la importancia del estudio de la retórica y la poética, de todos aceptada, cariñosamente enseñadas y aprendidas, como merecen por su importancia. La escritura, es, en cambio, aprendida, casi siempre a la ligera y solo como elemento de imitación para expresar las ideas escritas, y se olvida que la caligrafía, arte de escribir con regularidad y belleza, tiene con relación a la escritura, igual interés y paralela trascendencia que aquellas bases fundamentales de la didáctica literaria.”
Un momento de quiebre y transición del relieve para la caligrafía latinoamericana como el que abordamos en este ensayo permite considerar en nuestro campo de interés primario —el campo de la letra en cualquiera de sus manifestaciones materiales y tecnológicas—, interacciones vivificantes y nutritivas: la caligrafía en conjunción con las corrientes educativas, en estrecha relación con el usuario final aquél que es receptor del modelo de enseñanza; la caligrafía ante los cambios en los paradigmas de belleza y calidad plástica; la caligrafía como reflejo de la identidad local y regional. En una palabra, se hace evidente la necesidad de ampliar la mirada de la letra tipografía para incluir “la letra” como una manifestación orgánica e integral de la cultura, ya que de no hacerlo estaremos condenados a avanzar muy lentamente en nuestro campo de estudio y práctica. Espero por lo tanto que las modestas contribuciones que realicé en este ensayo permitan a los lectores reflexionar críticamente sobre los horizontes de la letra que usualmente hemos desatendido para no cerrarnos ante las aportaciones de otros modos de ver y hacer.
Bibliografía y fuentes de consulta:
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Es muy revelador para quienes estudiamos con la misma pasión que lo hace la Dra. Garone, el impacto que ha tenido la caligrafía en México durante el siglo XIX, de que a pesar de la existencia de tantos ejemplares para consultar en fondos, institutos y archivos especializados, casi no se hace referencia en por parte de los diseñadores, a este hermoso arte.
Felicito ampliamente a la autora por sus precisiones, su pistas y su panorama sobre el tema. Ojalá tenga algún día la oportunidad de conocer más a detalle su trabajo sobre la materia.
Vean este libro de caligrafía japonesa en México, muy bueno!
http://www.blurb.com/b/4054406-shodo-el-camino-de-la-escritura-shodo-caligrafia-j
Saludos
It’s enormous that you are getting thoughts from this paragraph as well as from our argument made at this time.