JUAN PABLO CAMBARIERE / Entrevista por Marcelo Pellizo (Linkódromo & Espacio Canvas) / Nuevo Colaborador DGCV™
– ¿Quién es Juan pablo Cambariere?
Alguien muy curioso, en todas las acepciones de la palabra.
– ¿Diseñador por elección propia?
No, de casualidad, cuando me metí en la carrera no tenía mucha idea de lo que era. Igualmente no creo en la «vocación», no creo que alguien nazca para ser diseñador, matemático u odontólogo. Creo que podría haber sido cualquier cosa. (Ojo, si creo en la pasión, en involucrarte en lo que estas haciendo.)
– ¿Cuándo te diste cuenta, que estabas llegando bien a la gente con tu trabajo?
Quizás cuando me empezaron a llamar para dar conferencias, fue muy gratificante. Pero lo mas lindo fue cuando empecé a notar cierto reconocimiento en el ambiente literario, eso fue muy agradable, porque es un ambiente en el cual hay mucha gente que todavía considera a la cubierta como maquillaje, como algo muy superficial con lo cual queda feo involucrarse. Que eso se este revirtiendo es muy bueno.
– ¿Cómo fue la época previa a página 12?
Muy linda, la verdad. Ser estudiante es lo mejor.
Estudié Diseño Gráfico en la UBA y Bellas Artes en la Pueyrredon, trabaje seis años como ayudante del escultor Enio Iommi.
Trabaje en una imprenta en Chacarita, en la Elle y en Bridger Conway. Menos de un año en cada lugar.
– ¿Qué lugar ocupa el diseño editorial en tu vida profesional?
Si consideras los CDs como pieza editorial (yo lo hago), representa el 100% de mi trabajo.
– ¿Cómo es el proceso de diseño de una tapa del suplemento NO?
El No cierra los martes a la noche. En el mejor de los casos el lunes esta la
nota, la recibo y la leo. Luego hablamos con el editor, me cuenta de qué se
trata, qué quiere él destacar y discutimos algunas ideas. Presupuesto para
fotografía o ilustración no hay, así que tengo que resolverlo yo, salvo que sea un reportaje, en ese caso va un fotógrafo/a del diario.
No tenemos los recursos convencionales, o sea, no tenemos un sope ni equipo de nada, pero tenemos el recurso mas valioso de todos, que es la libertad. Suena megaberreta y cursi, pero es así. En el No podes hacer casi cualquier cosa, sabemos que tenemos el respaldo de los editores y el director del diario para lo que sea, y eso no tiene precio. La única limitación son nuestros torpes cerebros de mamíferos.
– Tu actividad docente siempre fue y es muy comentada y elogiada, por ser muy enriquecedora. ¿Sos de mirar de lejos el proceso de diseño de tus alumnos o los marcas de cerca?
Muy de cerca. Lo cual no significa para nada que les diga qué tienen que hacer. Creo que si no te comprometes e involucras con lo que están haciendo tus alumnos las cosas no fluyen.
– El diseño editorial argentino de los últimos 10 años demuestra una fuerte evolución hacia los estándares internacionales del diseño. Esto, muchos creen que es simplemente por el reemplazo de los viejos armadores, por diseñadores recibidos con su impronta de buscar nuevas formas. ¿Qué opinión tenés al respecto?
Es posible, no estoy seguro. Igualmente me parece que siempre fue así, siempre hubo buenos profesionales, lo que pasa es que no hay «historiadores del diseño argentino» y nadie nunca se molestó en catalogar nada, entonces tendemos a pensar que «antes no había nada», pero indagando un poco te das cuenta que eso no es cierto.
Te doy un ejemplo concreto: Tomás Maldonado es argentino, es súper reconocido por lo que hizo en Alemania, en ULM, pero el antes (en la década del ´40) acá formó parte del grupo Arte Concreto Invención, que fue muy importante en todo el mundo. Te apuesto lo que quieras a que el 99% de los diseñadores, esto último lo ignora por completo.
– Tus trabajos tienen esa rara combinación de la urgencia por plasmar la idea como sea, y la chispa, que logra que con poco tiempo y recursos se logren conceptos fuertes y claros. Hablame un poco de este proceso.
El tiempo, el dinero, el hardware, el software, la ilustración, la fotografía,
tus habilidades como diseñador, el papel donde vas a imprimir, la imprenta, todo eso, son recursos. La tarea del diseñador es administrar esos recursos de la mejor forma posible. Lo importante es no lamentarte por lo que no tenés, sino aprovechar lo que si tenés. Sobran ejemplos de obras maravillosas hechas con una birome en un pedazo de papel.
Si no te alcanza el tiempo es porque no lo supiste administrar, así sea una hora y media (como nos suele ocurrir en el No), o seis meses.
Creo que no hay ningún secreto, simplemente hay que dejar las excusas de lado y ponerse a trabajar. Además el diseño editorial en una pieza periódica como es el suple del NO tiene algo fantástico, que es que siempre te da revancha, es decir, si esta semana no lograste una tapa «brillante», en unos días tenés la chance de lograrlo.
– Tirame algunos tips de cosas que NUNCA debería hacer un estudiante de diseño.
No creo que haya fórmulas, no hay nada que «no se deba hacer». Lo terrible es no hacer nada… ahí está: no se debe «no hacer», esa podría ser mi máxima. Lo importante es hacer. No tenerle miedo a la hoja en blanco, la hoja en blanco es algo maravilloso, excitante. Una hoja en blanco puede ser todo, en una hoja en blanco entra todo.
– ¿Le encontraste solución al bloqueo creativo?
El «bloqueo creativo» es una idea falaz y horrible, como «El Eje del Mal» o «El
Hombre de la Bolsa». Siempre me resulto rara la frase «No se me ocurre nada», que una y otra vez escuché decir en la facu. A mi nunca me paso eso, sinceramente, no entiendo como podés leer un libro, un cuento, una nota o escuchar un CD y que no te pase «nada», que no se te ocurra «nada». Creo que en realidad a todos se nos ocurren muchísimas ideas, pero algunos somos mas desinhibidos para manifestarlas (¡o carecemos de autocrítica!) Quizás la gente a la que «no se le ocurre nada» tenga un nivel de autocrítica exagerado y censure todas sus buenas ideas.
– Creo que al igual que yo los dos estudiamos diseño en una época que Internet no existía y nuestras formas de lograr acceso a la información referida al diseño, era muy diferente a la actual. ¿Que crees que se perdió en este facilismo googliano?
(Acá es donde empezamos a parecer dos viejas chotas criticonas despotricando contra las nuevas generaciones, no?) Si, sin dudas Doña Marcela, fíjese Ud., que ahora todo es muy superficial… como la información esta tan a la mano, llegamos al punto en que nadie se interesa por investigar nada, porque igual ahí está, y eso hace que pasemos por alto cosas fantásticas. ¿Para que voy a leer el libro si busco la sinopsis en wilkipedia? Y después vas a wilkipedia y no lees la sinopsis, lees la bajada de la sinópsis. Hace poco leí un artículo que hablaba sobre las consecuencias de este bombardeo de información, la falta de concentración, la pérdida de memoria y un montón de cosas más que no me acuerdo…
– La fotografía suele ser un componente importante de tus trabajos, ¿como te manejas para producirlas o conseguirlas?
La mayoría de las veces las bajo de internet y las espejo para que no me
descubran. Pero si no encuentro nada por lo general las saco yo, el 90% de las fotos de las tapas de libros y del no (las que no son reportajes) son mías. Soy buen fotógrafo, pero ni a palos paso por profesional, casi todas las fotos las saco en automático. Lo que pasa es que se lo que puede hacer mi cámara y lo que puedo hacer yo con ella, y no me desubico.
– En los últimos dos años diste muchas conferencias por todo el país, ¿como notaste la realidad del diseño en las diferentes regiones? ¿Comparten realidades?.
En grandes rasgos sí, seguro que la realidad es muy similar. Disfruto mucho del entusiasmo y de la energía que se vive en esos eventos, pero la verdad es que no tengo idea como será el día a día en cada provincia. De cualquier manera es genial como se esta empezando a «federalizar» el diseño argentino, en gran parte impulsado por estos encuentros y congresos.
– ¿Se refleja tu diseño en tu persona o van por carriles diferentes?
Si, claro que se refleja. Siempre esta de manifiesto una cosa en la otra, a
todo el mundo le pasa eso, lo busques o no. Incluso si querés parecer un
diseñador «suizo», en ese acto se va a poner de manifiesto mucho de vos, de tu personalidad y de tu arraigo/desarraigo cultural.
Es como cuando se discute si existe el «diseño argentino». ¡Claro que si! ¿¡Cómo no va a existir!? ¡Es imposible que no exista! La cultura no se elige, la cultura te atraviesa, no podés evadirla. Este ejemplo siempre me divierte mucho: en la UBA todos los pibes piensan que fuera del chori, las mollejas y algún eventual poncho, nuestra herencia aborigen y criolla está perdida, tapada por la invasión cultural del primer mundo.
Siempre me divierte hacerles notar, a modo de ejemplo, que ellos usan
diariamente y sin saberlo muchas palabras de idiomas aborígenes americanos. Te doy varios ejemplos del “Quechua” que están muy a la mano: chiche es juguete, tata es papá, choclo es maíz, yapa es algo extra gratuito, kancha es un terreno delimitado. El que mas me gusta es chamuyo, que es el cortejo de un ave macho a la hembra. ¡Ja!
-Una reflexión final…
Ahora es cuando tengo que decir algo genial para que todos digan _Ahhhhhh, que profundo que es este Cambariere, no? ¡Pellizo, te odio, canalla! ¡Mirá en el lugar que me ponés!
No, la verdad es que no tengo una reflexión final, recién estoy empezando. (¡Que campión!).
Para más información:
www.cambariere.com
*Fragmentos de trabajos de JUAN PABLO CAMBARIERE.-
2011 © Entrevista por Marcelo Pellizo / Todos los derechos reservados.-