Tren de la Costa. (1995/97)
«El atributo fundamental del diseño, es su capacidad de incidir en el comportamiento de las audiencias».
Jorge Frascara.
De la melancolía al renacimiento.
El sol nace en el Este.
Sobre el río.
El tren también.
El diseño de la marca ha sido generado por esa situación y toda la implementación ha sido tratada tecnológicamente a fin de otorgar a cada uso una transcripción adecuada.
La recopilación iconográfica del sol inglés configuró un manual en sí mismo.
Una suerte de buceo semántico en procura de los ancestros.
Las versiones blanco y negro para optimizar su presencia en avisos monocromos en diarios, su uso en broce en los frisos laterales del tren, o su visión volumétrica para el coronamiento de los puentes y señales, tienden a multiplicar las variantes de instrumentación enriqueciendo sus múltiples lecturas.
Dramatizado los emergentes. El sueño verde.
El equipo de proyecto estudió largamente la cromática madre del emprendimiento desde perspectivas diversas. La enorme ayuda que brindó la investigación derivó en tomas de decisión, que posteriormente, ya implementadas, manifestaron sus bondades.
El Verde Ral 6005 fue la opción- paradigmática por cierto- para la piel gráfica del tren. A partir de allí, se inició la epidemia cromática con la que se envolvió la emblemática comunicacional de la obra en su conjunto.
El nervio rojo que recorre el verde como un sendero vivo, el transporte y sus señales más diversas, procuran otorgarle no solo un vínculo con la iconografía de la restauración ferroviaria -de la niñez y de la nostalgia- sino también dramatizar el emergente ecológico, que fue su premisa.
Forma para la función.
La construcción del paisaje comunicacional sobre todo en proyectos de escala- exige la constitución de equipos multidisciplinarios. Cuando la obra – como el Tren de la Costa- tiene estatura urbana, la complejidad de la intervención se acrecienta, naturalmente.
El ataque al problema desde nuestra perspectiva, sigue siempre un ritual que se basa en un período preliminar de investigación, seguido de un abordaje a la búsqueda del tesoro: los emergentes. Los colores fueron- por cierto- una obsesión singular y la propuesta final fue la dramatización de aquellos emergentes. La investigación de mercado realizada por I.D. fue en ese sentido fundamental.
La incidencia del paisaje gráfico en el comportamiento de la audiencia.
De todas las fuerzas que gobiernan el espacio ambiental, el color, el sonido, el movimiento, la forma o la función, se desprende claramente que no es
posible atacar el problema de la comunicación sin considerarlas en su conjunto y en su interacción.
En los proyectos de escala macro en los que hemos hecho intervenciones de diseño en el pasado reciente, léase el Plan Visual de Buenos Aires.
La señalización del los Hospitales Municipales, el SUBTE de Buenos Aires, Centros Deportivos y esparcimiento, confluyen simultáneamente dos cuestiones claves. El rescate de los emergentes que serán dramatizados para edificar la identidad y las comunicaciones que surgen de ellos.
La idea de atribuir a la señal, un rol puramente ordenador e informativo es una idea obsoleta. La señal es portadora, antes que nada, de la voluntad de transmitir el embrión identificatorio. El vehículo de la vocación gestual. La construcción del paisaje en proyectos de gran escala -con mayor razón en la intervenciones de carácter urbano- demanda un esfuerzo de análisis y comprensión de las áreas y entes involucrados.
Acerca de la estructura del diseño
El factor fundamental de ésta raza de proyectos es el orden.
Los índices de percepción de éste tipo de Sistemas tienen como requerimiento una clarísima estructura visual que permita al usuario acceder a la información de una forma instantánea y fehaciente.
Para lograr un rápido aprendizaje de la red semiótica, en la cual el usuario establece un coloquio pragmático con las señales, eligiendo sus opciones, es esencial la previsibilidad. En los emplazamientos, las dimensiones, la cromática del sistema, los mensajes verbales y pictográficos y muy especialmente la tipografía.
Con el pasar de los años, ésta sociedad ávida de información se ha complejizado y ha generado la necesidad de más y mejores portadores para esa información, en procura de un más alto nivel de entendimiento. Este proceso nunca se desarrolló armónicamente. Por el contrario, el volumen de información supérflua es siempre mayor que el de la información relevante y nuestro ambiente visual es una claro reflejo de esa complejidad.
Señal de diseño
El programa de identidad procuró dotar a la obra de una gramática visual particular en todos sus aspectos.
Esta raza de emprendimientos, de reciente generación en nuestro país, tiene como requerimiento particular para su idioma doméstico -señal y marca- una muy íntima ligazón con la piel arquitectónica y con el ambiente en general, tendiente a establecer a través de las señales públicas una auténtica capacidad estimulativa.
El compromiso de la persuasión ha sido asumido en forma relativamente reciente en el diseño.
Persuadir es modificar la actitud del otro. Y allí interviene profundamente la estimulación que no es otra cosa que la dramatización de los emergentes en el nicho de la fantasías.
Project Brief
Cliente:
Tren de la Costa
Lugar:
Buenos Aires
Diseño:
Diseño Shakespear Argentina.
Proyecto Arquitectónico:
Pfeifer Zurdo Arquitextos.
Equipo de Diseño:
Lorenzo Shakespear / Director
Juan Shakespear / Director
Ronald Shakespear / Director
Joaquín Viramonte / Diseñador
Gonzalo Strasser / Arquitecto
Cecilia Bonnefón / Diseñadora
Juan José Aguiló / Diseñador
Lucía Diaz / RRPP
Juan Cerdá / Legales
Luis Travi / Administrador
Consultores:
Victor Levy Ing. / Watson&Levy / Legales
Fernando Estevez / Asesor de construcción
Fabricación:
Acrílicos Atlas SA.
Fotos:
Juan Hitters
Lorenzo Shakespear
+ Información:
http://www.shakespearweb.com