Desde ya hace un tiempo desde DGCV™ teníamos ganas de re-inaugurar la sección #ENTREVISTAS pero queríamos brindar una nota con un aporte diferente. Es por eso que pensamos en Axel, viejo colega y amigo de la casa. Entendemos que su visión y experiencia es tan amplia como lo es su mirada sobre el mundo del diseño y la comunicación. A continuación los dejamos con la misma, esperamos puedan disfrutarla tanto como nosotros.
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Axel es Diseñador en Comunicación Visual egresado de la Facultad de Bellas Artes de La Plata y con los años, llevó su carrera para el lado de la fotografía y la realización audiovisual.
Desde el año 2011 trabaja de forma independiente y su pasión por documentar la cultura urbana y popular, lo han llevado a realizar trabajos en copas de fútbol internacional, formar parte de una campaña presidencial y producir una serie web en una cárcel bonaerense.
Actualmente lleva adelante Vuela Vuela, una pequeña productora audiovisual especializada en formatos orientados a internet.
Empecemos por el principio. Sos Diseñador en Comunicación Visual. ¿Cómo fue o porqué decidiste estudiar esa carrera?
Básicamente estudié Diseño para seguir en contacto con la música. En mi adolescencia tocaba la batería en una banda nu metal y cuando grabamos un disco, el bajista se puso en contacto con Pol Bogdaschewsky que diseñó la portada y un día fuimos a la casa, lo vi con la computadora, dibujos, scanner, tomando mate y en pantalón corto y dije “es por acá”. Nada de trabajos con camisa y corbata ni jefes.
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¿Y qué recuerdos tenés de la época universitaria en Bellas Artes?
Haberme anotado en Bellas Artes fue fue una gran decisión. Ahí conocí un montón de talentosos ilustradores, artistas plásticos y personajes de lo más variado. Me saqué un montón de prejuicios y mi cabeza se empezó a abrir. Durante la carrera pasé por la sede del ex Jockey Club, la ex-Amia y el ex Distrito Militar, lugares donde no existía la comodidad y había materias multitudinarias, dibujando en el piso, escuchando parados una clase o con 100 grados de calor. Todo eso sirvió la formación, ya que en la vida profesional, nada es fácil.
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En esa época vivías en la ciudad de La Plata, ¿Cómo fueron tus inicios laborales/profesionales? ¿Qué ramas del diseño decidiste abordar?
Para poder solventar la Facultad tenía que trabajar, y por suerte siempre lo hice desde el lado del Diseño, ya sea como Pasante en la Facultad de Informática, lugar donde tuve mi primer contacto con programadores y el CCS “¡Ni se te ocurra diseñar web con tablas, usá CSS!” o haciendo diseños para fiestas de música electrónica, webs, logos y papelería…
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¿Te encontraste con dificultades propias de ser novato en el mundo profesional de la Comunicación Visual?
Creo que el mayor problema es que cuando salís de la Facu, el Diseñador se junta con otro Diseñador y eso da solo Diseño, algo acotado para el gran abanico de posibilidades que ofrece la profesión para desarrollarse. En la Facu no te enseñan que si te juntás con un periodista podés armar un medio, que si te juntás con un programador podés hacer desarrollos informáticos o que si te juntás con un Diseñador Industrial podés desarrollar productos y objetos de alto vuelo. Entonces, intenté armar “estudios remotos” con otros Diseñadores pero el flujo de laburo en La Plata era muy acotado y se terminaban pinchando las ilusiones del estudio propio.
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Más allá del Diseño, también comenzaste a desarrollarte como fotógrafo. ¿Cómo se dió esto?
Uno de los motivos por los que me anoté en Diseño, fue para hacer tapas de discos… y cuando empecé a estudiar, explota internet, los Mp3, Napster (año 2000) y las bandas optaron por el formato digital. Chau sueño de diseñar discos. La cuestión es que en la materia Tecno 3, se abordaba la fotografía y los videoclips, entonces ahí renacieron las esperanzas de volver a ligarme con el mundo de la música.
Por otro lado, mi primer cliente fue una inmobiliaria a la que le tuve que hacer el website (en Flash) y parte de la propuesta era mostrar las propiedades con fotografías, algo que hasta el momento no existía, así que con uno de los primeros pagos, me compré una cámara Concord de 2.0 megapixeles y comencé a tomar las fotos de las casas. Ahí aprendí cuestiones de encuadre e iluminación.
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Tenés experiencia en fotografía de rock, hiciste fotografía en canchas de fútbol, peleas Vale Todo, automovilismo… ¿Cómo hacías para acceder a estas movidas?
Con la fotografía me di cuenta que podía acceder a lugares o movidas súper interesantes y en ubicaciones de privilegio -y gratis-. Entonces me fui poniendo objetivos y traccionando para llegar, como fue hacer fotos en el campo de juego de Gimnasia y Esgrima La Plata, recitales, peleas súper underground o una carrera de automóviles. Entonces más allá de ir formándome como fotógrafo, me fui formando como productor y obviamente, perdiendo la vergüenza.
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¿Sentís que tuviste un momento de “despegue” en tu carrera como Diseñador?
Si, claro. Fue cuando entré como Diseñador en una agencia de Capital Federal. Creo que era 2005 -o por ahí- y seguía con mis dos trabajos como pasante, donde sentía si estaba o no, era lo mismo, la motivación la tenía por el piso, pero temía el sueño de poder llegar a laburar a Buenos Aires, y a los pocos días de haber tenido mi primer ataque de pánico (risas), me llamaron de Publiquest y fue una locura la emoción que sentí en ese momento… y con el primer sueldo me pude comprar mi primer cámara réflex, una Canon XT. 🙂
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¿Cómo viviste tu paso por el mundo de las agencias?
Muy buena. Ahí conocí la dinámica del mundo de la publicidad, como trabajar bajo presión, el mambo de los premios, las jerarquías, trabajar en equipo, agrandar el logo a pedido del cliente, a rehacer diseños ya aprobados y lo más importante es que me dió amigos que forman parte de mi día a día.
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Y todo era muy lindo hasta que se acabó la magia…
Claro. Cuando pasó la etapa romántica, se vuelve rutinario y aburrido. En paralelo al trabajo de agencia, tenía mis clientes/proyectos, 4 horas diarias de viaje y el diseño como profesión para vivir no me satisfacía. Por otro lado, buscaba que mi trabajo me dé la posibilidad de viajar y en ese entorno no lo estaba logrando. No quería estar 9 horas por día sentado en la máquina y quería dedicarme a la fotografía y en video… y un día me levanté con 19 de presión, fui al médico y me dijo que tenía que elegir entre un ACV o el trabajo, entonces a los pocos días presenté la renuncia y era hombre libre y sin ingresos fijos.
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¿Cómo fue el paso del trabajo en relación de dependencia a la vida freelancer/independiente?
Los primeros días fueron muy raros. Por un lado me sentía un vago, por otro muy tranquilo ya que tenía bocha de tiempo libre y por otro lado no sabía cómo encarar el futuro. Así que me armé una rutina, por la mañana de 9 a 13 trabajo, y por la tarde proyectos propios hasta las 16 y a partir de esa hora me iba a patinar con el Longboard o a visitar amigos.
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¿En ese momento ya trabajabas en el sector audiovisual?
No del todo. La mayoría de los trabajos seguían siendo de diseño, diseño web y cada tanto entraba alguna animación 2D.
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Soy Longboard fue tu primer trabajo oficial como Director o Realizador audiovisual. ¿Cómo nace esta idea? ¿Qué podés destacar de ese proyecto?
Soy Longboard fue una catarsis que nace en un momento de crisis. Si bien ya era independiente, no estaba en un buen momento personal, económico y del corazón. Habían vuelto los panic attack, había cortado una relación de muchos años, me encontraba viviendo en lo de mi padre, y la cuenta del banco me daba para unos meses. Y creo que fue la primera vez en la vida que me la vi negra y tenía que decidir qué estilo de vida quería. Volver a la relación de dependencia y asegurarme lo económico o mandarme por la mía y que el dinero no sea una constante… y fue ahí que me puse a filmar Soy Longboard, ya que estaba dentro de un grupo de patinadores que, que al igual que yo, en la patineta canalizaban sus mambos de forma positiva.
En este proyecto fue la primera vez que me despojé de todos los miedos, del que dirán y era la primera vez que hacía lo que quería de la forma que quería con lo que tenía a mano. Y el resultado fue muy bueno. Soy Longboard se estrenó en el Cine Select de La Plata a sala llena, me hicieron notas en medios digitales, programas de tv y me empezaron a invitar a congresos, charlas o festivales.
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¿Cómo siguió la historia a partir de ese momento?
Sin dudas, SL fue un punto de inflexión tanto en lo personal como en lo profesional.e empezaron a llamar para hacer videos de backstage de moda, videos corporativos y en 2013 me llamaron para hacer unos contenidos en la Copa Sudamericana de fútbol, laburo que fue un “Master” en realización, ya que había 2 partidos por semana, me iba de casa a las 4 de la tarde, el partido comenzaba a las 9 de la noche, toda la tensión y atención del minuto a minuto, terminaba el partido, volvía para editar y entregar el video 6AM. Era demoledor.
Al año siguiente, salió nuevamente la movida de la Sudamericana, pero a mitad del campeonato, un Director Creativo que había conocido de manera virtual en Twitter, me llamó por teléfono y me ofreció producir contenidos guerrilla para un candidato a presidente y obvio que dije que si. Lamentablemente salió segundo, aún así, la experiencia fue magnífica.
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Sobre tu estilo ¿Qué nos podés contar? ¿Qué cosas te inspiran?
Me gusta mucho producir en la calle, la cultura popular y sentir adrenalina con la cámara. Soy versátil a la hora de encarar un proyecto. He filmado con una estrella teen pop y al otro día estaba filmando dentro de un auto en una villa con el conductor enfierrado y dos autos con barrabravas que nos iban custodiando…
Me gusta documentar y contar historias. Si bien generalmente escribo un guión o estructura, también trabajo con lo imprevisto.
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¿Por qué hacés lo que hacés y no otra cosa?
Hago lo que hago porque me gusta la calle, la cultura urbana y conocer gente. Me gusta manejar mis tiempos y no me gusta tener jefes.
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En una charla anterior comentabas que en el 2019 estuviste filmando en Amazonía ¿Qué fuiste a hacer? ¿Cómo es trabajar en un lugar como ese?
El año pasado Los Vocalino me llamaron para ir a filmar un documental para un cliente de ellos a la Amazonía peruana. Ariel y Tato tienen su estudio de fotografía publicitaria y más allá de ser enormes profesionales son amigos con los que venimos desarrollando el storytelling en video desde el año 2014. En ese documental yo hice cámara, drone y puse equipos de sonido y luces.
Sobre el viaje te puedo contar que fue hermoso y lo más exigente que hice en mi vida… las jornadas arrancaban de noche, a las 10 de la mañana hacía 38º, en el aire había unos bichitos que te hacían la vida imposible, distancias largas para recorrer, un listado enorme de tomas a realizar y pocos días de trabajo. No había margen para el error. Esto fue en la triple frontera de Perú, Brasil y Bolivia, lugar donde la deforestación, trata de personas, tráfico de combustible y lo que se te ocurra, es parte del día a día pero no se ve.
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Y cerraste el año comenzando a producir “Tintas de Libertad”, un proyecto de Vuela Vuela.
Si. Después de un par de años de mails, llamados rebotados, mails y más llamados rebotados, pude producir Tintas de Libertad, que es una serie web donde personas privadas de la libertad, reconstruyen parte de su vida a través de los tatuajes. Haber podido entrar con Vuela Vuela a producir a un lugar donde solo entran 2 o 3 canales de TV, me pone muy contento.
Para conocer sobre el proyecto visitar: http://www.vuelavuelafilms.com/tintas-de-libertad/
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¿Cómo fue la experiencia de filmar en una cárcel?
Fue una experiencia movilizadora y enriquecedora. Creo que solo estando ahí adentro te das cuenta o te cae la ficha que la “Justicia” no es justa y el sistema está armado para que los pobres vayan presos.
Hablando con los internos te das cuenta que la mayoría de los presos, nacieron en contextos de carencias materiales y afectivas, padres ausentes/violentos, nunca conocieron el confort, crecieron siendo rechazados por la otra parte de la sociedad y ese combo te da todas las fichas para mandarte cagadas. La inseguridad no se resuelve con 10.000 policías y más patrulleros, sino con inclusión, educación, comida y deportes.
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Una pregunta que muchos querrán saber, ¿cómo estás equipado?
Tengo una cámara Sony A7iii, lente Sony 28mm 1.8, lente Canon 70-200 f4, drone Mavic Pro, luces, micrófonos, Rig Showlder y algunos trípodes.
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¿Editás con…?
Edito con Final Cut, diseño con Illustrator + Photoshop y animo con After Effects.
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Para finalizar, algún mensaje para los que recién inician el camino del Diseño, la fotografía o el mundo audiovisual.
Creo que lo más importante es seguir el instinto, hacer lo que les sale y no estar condicionado por las modas y tendencias. Tengan proyectos propios para aprender, equivocarse y corregir. Rodéese de personas que sumen, que los equipos que tengan no sean una excusa para no hacer y lo más importante es divertirse haciendo lo que a uno le gusta.
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Si querés conocer más sobre el trabajo de Axel y su productora podés hacerlo en:
www.vuelavuelafilms.com
Redes Sociales:
https://www.instagram.com/vuelavuelafilms/
https://www.instagram.com/axelhochegger/